19 diciembre 2006

75º ANIVERSARIO DEL A.H.P. DE ÁVILA

VISITA AL ARCHIVO HISTÓRICO PROVINCIAL DE ÁVILA: TODO LLEGA

Archivo Histórico Provincial de Ávila












Vicenta Cortés Alonso
El hecho de que los Archivos Históricos Provinciales se fueran creando desde 1931, el primero fue, precisamente, el de Ávila, y de que consiguiera un local propio y adecuado independiente de la Casa de Cultura, era siempre una noticia que me alegraba, tanto cuando tenía que visitarlos por mi trabajo, la Inspección General, como ahora que lo hago por comprobar lo que he ido leyendo y escuchando sobre las buenas novedades. Así como por felicitar a los colegas que tanto trabajan para conseguirlo. Seguí con interés el caso de Ávila y, por fin, he podido ir allí, al AHP, “edificio con declaración monumental rehabilitado con incorporación de partes nuevas, según los proyectos de Marián Álvarez-Builla y Joaquín Ibáñez, en el que se ha conseguido adecuar las construcciones conservadas y de nueva planta a las normas y características especiales para lograr la máxima funcionalidad de los servicios que presta este archivo”, como leemos en el tríptico redactado por su directora Teresa González, que lo atiende desde hace siete años.
Su atención y cuidado en mostrarnos el centro, conocer al personal y adelantarnos sus más recientes donativos de documentos privados, no han hecho más que confirmar nuestro orgullo por pertenecer a esta profesión, en general poco conocida y reconocida. Porque, amigos, si leemos que los fondos son unos 10 kilómetros entre documentos públicos y privados que se sirven a los ciudadanos, sean investigadores o no, ¿cómo es posible que haya una sola archivera y no cinco, como el material custodiado y servido establece como baremo internacional? Es lógico que muchos fondos incluyan en su descripción el paréntesis: “en organización”.
Deseamos mucho que este fallo se vaya salvando, de manera que se creen puestos de archivero permanente, aparte de los contratos temporales que ahora permiten mantener con coraje el día a día. Nos encantaría que así fuera, y no muy tarde, cuando hiciéramos una visita.
Por cierto, no queremos dejar de animaros a que visitéis la exposición conmemorativa del 75 aniversario de la fundación del Archivo.

REPOSICIÓN DE NOTA A PETICIÓN DE NUESTROS LECTORES

¿ESTÁ CERRADO EL ARCHIVO GENERAL DE LA ADMINISTRACIÓN? ¿HASTA CUANDO?

(Nota publicada en este Blog el 28 de noviembre de 2006)

Juta Directiva

“Por obras que afectan al sistema de calefacción del archivo, se cierra temporalmente la sala de usuarios del centro hasta nuevo aviso. Disculpen las molestias que se puedan ocasionar.” Este escueto anuncio aparecía en la página web del Archivo General de la Administración el pasado día 21 de noviembre, firmado por el director de ese centro.
No es precisamente un dechado de claridad informativa, la perla en cuestión. No sabemos si la ambigüedad de la noticia responde a una incapacidad de transmisión clara de los mensajes o a una vergonzante confirmación de la realidad con la que se han enfrentado los usuarios del archivo a partir de esa fecha: el cierre del Archivo General de la Administración a toda actividad. Ni siquiera el omnipotente alcalde Gallardón osaría cerrar una línea de metro sin anunciarlo con varios días de anticipación y sin dar una fecha aproximada de reapertura. En el caso que nos ocupa, lo más grave es que ni siquiera se ha informado de la situación real; podría pensarse, por la lectura del anuncio, que los usuarios pueden seguir acudiendo a buscar datos catastrales, a ver la exposición sobre los Baroja, o a consultar documentos en una sala distinta de la de investigadores (sólo se indica que se cierra tal sala, pero no se dice nada del resto de dependencias de las que se podría pensar que continúan abiertas). Sólo acudiendo al centro se adquiere conocimiento del alcance real de la situación.
El Ministerio de Cultura debe hacer, urgentemente, una nota informativa aclaratoria y, por favor, que la haga de forma transparente y no semiclandestina o de tapadillo. En una línea de coherencia con la política anunciada de ruptura de barreras al acceso a los archivos (de la que sería ejemplo paradigmático el decreto de eliminación de la Tarjeta Nacional de Investigador) se debe explicar por qué se ha producido este cierre y cuanto tiempo va a durar; es inaceptable lo de “hasta nuevo aviso”, terminología absolutamente en desuso en una administración que trata de ser transparente; ya se podía haber indicado un cálculo aproximado del período de cierre: no da lo mismo una semana que tres meses, por poner un ejemplo (no nos atrevemos a pensar en años, aunque la falta de concreción no invita, precisamente, a despejar preocupaciones). Se han de explicar los imponderables que han hecho imposible continuar con el funcionamiento normal del centro y que, obviamente, responderán a algo más que a una reparación de la calefacción. Porque, si bien en los archivos estamos acostumbrados a convivir con las obras, de gran envergadura en muchos casos, y obligadas casi siempre para mantener en óptimas condiciones edificios que requieren de un mantenimiento continuo, salvo en muy contadas excepciones, esos trabajos no han dado lugar a la cancelación de los servicios públicos; es de resaltar que particular cuidado se ha puesto siempre en garantizar, a pesar de las obras, el acceso a los fondos y los servicios de atención a los usuarios.
Es una exigencia democrática (eso sí que sería romper barreras al acceso) que un centro con un volumen de usuarios como el que tiene el AGA y con unos fondos de la importancia de los conservados en Alcalá, abra sus puertas al público en un horario más amplio del que hasta ahora ha venido manteniendo. La Asociación de Archiveros Españoles en la Función Pública ya ha manifestado, en su texto en defensa de los archivos públicos, su demanda de que los archivos generales se doten de los medios humanos y materiales necesarios para que puedan abrir también en horario de tarde e, incluso, los sábados. Pero, si eso no es posible hasta que se hagan las modificaciones presupuestarias y de plantillas necesarias, cuya planificación es comprensible que lleve meses, que al menos no cierren sus instalaciones sin informar debidamente a los usuarios y sin dar una explicación aceptable de los motivos que han llevado a tal decisión.

04 diciembre 2006

Reapertura del Archivo General de la Administración de Alcalá de Henares

Junta Directiva

Recibimos con alegría la noticia de la reapertura del Archivo General de la Administración. Del mismo modo, pedimos disculpas si alguien ha encontrado en nuestro mensaje-pregunta del día 28 gruesas palabras; nuestra intención no era ofender a nadie personalmente. Es cierto que la expresión “una incapacidad de transmisión clara de los mensajes” ha sido desafortunada. En nuestra defensa insistiremos en que nos han movido a publicar esta nota la trascendencia y la gravedad de medidas como ésta, que ha llevado al cierre de uno de los más importantes archivos del Estado, y, sobre todo, el que se hayan tomado sin reconocimiento oficial de tal hecho. Lo hacíamos con esa tonalidad irónica no porque consideráramos al responsable de su redacción incapaz de expresarse con corrección, sino por nuestro temor a que no se quisieran decir las cosas con claridad; y con esa expresión de comparación se pretendía reforzar nuestra creencia de que, conscientemente, se estaba difuminando la realidad. Es más, la nota de reapertura vendría a confirmar esos temores: no habla de reapertura del Archivo sino de la sala de investigadores, manteniendo el equívoco de que sólo se ha cerrado esa sala y sin dar carta de naturaleza al cierre del centro.

Por otra parte, hubo una coincidencia, la publicación el mismo día de nuestra nota y del decreto sobre la TNI, que nos ha llevado a error. Preparada la nota sobre el cierre el día anterior, se hacía referencia al decreto sobre la supresión de la TNI como “nonato” (ha tardado más de un mes en publicarse desde que se anunciara la medida). Tras publicarse el citado decreto al día siguiente, una vez conocido el mismo, hemos procedido a rectificar nuestro texto, quitando ese calificativo.

En todo caso, queremos agradecer muy sinceramente los comentarios recibidos a nuestra nota. Nos son muy útiles para evitar errores, así como para tratar de corregir nuestro estilo y para no provocar equívocos o malos entendidos. No nos interesan las guerras personales sino la realidad de nuestra profesión y nuestros archivos. Si trasciende lo contrario es que nos estamos equivocando en la forma de expresarnos.